Alcanzamos el primer punto de inflexión
La
dinámica seguida durante esta primera unidad se repitió en las posteriores,
introduciendo nuevos personajes, seres vivos, segmentos del mapa y
localizaciones. Las actividades en el aula han estado siempre contextualizadas
dentro del juego, de manera que se les añadía un pequeño factor lúdico y un
más alto componente motivacional.
Durante el primer trimestre exploramos
un total de dos segmentos del mapa, con todas sus posibilidades y las
interacciones programadas con el contenido curricular. Los ejercicios en clase
siempre otorgaban recompensas en el aula, las veces que se pidió hacer algo en
casa fue de manera voluntaria y con un reconocimiento acordado con antelación. Y los exámenes tenían esa idea de recoger la vivencia al final de cada segmento
de la aventura (cada unidad del libro).
Antes
de realizar el último de estos exámenes, todo el grupo de aventureros llegó a
un acuerdo: si conseguíamos aprobar el examen sin que ni siquiera uno
suspendiese, tendríamos la oportunidad de utilizar las tablets del aula para
crearnos una cuenta y acceder a nuestros personajes.
Todos los alumnos tienen ahora acceso a
sus personajes desde cualquier dispositivo dotado de conexión a internet. En
sus cuentas pueden interactuar con el aspecto cosmético de sus avatares, gastar
el oro (que es una de las recompensas básicas de la plataforma) y acceder al
entrenamiento de sus mascotas. Ninguna de estas acciones lleva mucho tiempo y
no requiere una atención continuada.
Además, tienen acceso a un chat
directo con el profesor que están obligados a mantener en inglés y a un canal
de anuncios en el que se podrán publicar mensajes generales para el aula.
Ningún alumno puede utilizar la aplicación para comunicarse con otros alumnos,
no se trata de una red social. Por último, todos los alumnos tienen
instrucciones de dar acceso a sus cuentas a las familias siempre que lo
requieran.
De esta manera, llegamos a las
vacaciones de Navidad.
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